lunes, 17 de febrero de 2014

De un blog desaparecido

lunes 9 de abril de 2012 18:32:43
Cuentan que una vez se
reunieron todos los
sentimientos y cualidades del
hombre. Cuando el aburrimiento
había voz tesado por tercera
vez; la locura les propuso "oigan
vamos a jugar a las escondida."
La intriga levanto la ceja, y la
curiosidad sin poder contenerse
pregunto, "escondidas?" El
entusiasmo danzo seguido de la
euforia. La alegría dio tantos
saltos que termino por
convencer a la duda, y a la
apatía que nunca se
interesaban por nada. "Uno,
dos, tres", comenzó a contar la
locura. La primera en
esconderse fue la pereza; que
como siempre callo detrás de la
primera piedra del camino. La fe
subió al cielo, y la envidia se
escondió detrás de la sombra
del triunfo; que por propio
esfuerzo, había conseguido
subir a la copa mas alta del
árbol mas alto. La generosidad
casi no consigue lugar para
esconderse porque cada lugar
que encontraba le parecía
maravilloso para alguno de sus
amigos. Si era un lago cristalino,
ideal para la belleza. Si era la
copa del árbol, perfecto para la
timidez. Si era una ráfaga de
viento, magnifico para la
libertad. Así es que termino
escondiéndose en un rayo de
sol. El egoísmo, en un lugar
bueno desde el principio,
ventilado, cómodo, pero solo
para el. La mentira se escondió
detrás del arco iris, y la pasión y
el deseo, en el centro de los
volcanes. Cuando la locura
terminaba de contar; el amor
todavía no había encontrado
lugar para esconderse; pues
todos estaban ya ocupados.
Hasta que encontró un rosal, y
cariñosamente decidió
esconderse entre sus flores.
Concluyo la locura y comenzó la
búsqueda. La primera en
aparecer fue la prisa; apenas a 3
pasos de una piedra. Sintió
vibrar a la pasión y al deseo en
los volcanes. En descuido
encontró a la envidia, y claro
pudo deducir donde estaba el
triunfo. Al egoísmo, no tubo que
buscarlo. El solo salio disparado
de su escondite; que en verdad
era un nido de avispas. De tanto
caminar sintió sed, y al
aproximarse a un lado
descubrió a la belleza. La duda
fue mas fácil de encontrar;
estaba sentada sobre un cerro
sin decidir donde esconderse. Y
así fue encontrándolos a todos.
Al talento, entre la yerba fresca.
A la angustia, en una cueva
obscura, pero el amor no
aparecía en ningún lugar. La
locura lo busco de tras de cada
árbol, debajo de cada roca del
planeta, y encima de las
montañas. Cuando estaba a
punto de darse por vencida;
encontró un rosal y comenzó a
mover sus ramas, entonces
escucho un grito doloroso.
Habían herido al amor en los
ojos. La locura no sabia que
hacer para disculparse; lloro,
rezo, imploro, pidió perdón y
prometió ser su guía para
siempre. Es por eso que desde
entonces el amor es ciego, y la
locura siempre lo acompaña.

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